Consiste en la aplicación nasal de 0.1 a 0.2 del alérgeno específico a evaluar, el cual se encuentra en un micropulverizado, que será reconstituido con suero fisiológico.
Si el paciente está sensibilizado al alérgeno, experimentará estornudos, rinorrea y obstrucción nasal. Esta sintomatología nos permite valorar el resultado de la prueba, contando el número de estornudos, o pesando la secreción nasal (mediante pañuelos), y también se puede realizar el conteo de eosinófilos pre y post reto con el alérgeno.
Esta prueba no tendría valor si no se realiza el mismo procedimiento con suero fisiológico, como control, antes del estudio con el alérgeno sospechoso.
Esta indicado en aquellos pacientes que tienen una historia clínica muy sugerente de hipersensibilidad alérgica, pero que las pruebas diagnósticas de alergia (cutáneas y en suero) son negativas. También se aplica en casos de investigación. Tener presente que debe ser realizado por personas con experiencia y en un centro preparado para afrontar reacciones adversas serias como una anafilaxia.