Algunos productos como la ropa, joyas o cosméticos, promocionados como hipoalergénicos, pueden dar a entender que no contiene alérgenos. Sucede que los materiales usados son relativamente poco probable que produzca una reacción alérgica, en relación a sustancias que frecuentemente lo hacen. Estos “productos dermatológicamente probados”, se ponen a prueba en la piel de voluntarios no alérgicos y no en las personas que sufren de alergia. No existe una regulación al respecto por lo que queda en una cuestión de principios y confianza del consumidor y el producto que elija.